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viernes, 10 de julio de 2015

La noche de San Lorenzo

Una noche de verano que dura para siempre...



Vacaciones. Agosto. Noche de San Lorenzo. El cielo estaba lleno de luna y de estrellas que se deslizaban, silenciosas, como gotas de leche sobre un mantel azul oscuro, mientras hacían guiños en la superficie del mar.
-Pide un deseo –dijo ella.
-Vale.
-¿Qué has pedido? –me preguntó.
-Quiero que esta noche dure para siempre.
Nos abrazamos sobre la arena mientras las olas rompían y borraban las frases de enamorados que habíamos escrito aquella tarde. No recuerdo cuándo me quedé dormido.
            Cuando desperté, era de día, pero no con la claridad y el aire fresco de la mañana. La arena estaba caliente y el sol se ponía en el horizonte. Ella estaba escribiendo palabras de amor en la arena con una rama seca.
            -Va a anochecer. Podemos quedarnos aquí a ver las estrellas.
            -¿A ver las estrellas?

-¿Lo has olvidado? Hoy es la noche de San Lorenzo.

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