Cuantos más cuentos cuentes, más cuentos cuenta.

miércoles, 24 de junio de 2015

Edén

Hola a todos. La noche de San Juan es un buen momento para comenzar a actuar de Sherezade y contar un cuento cada día. Aquí va el primero.

Edén

Me regalaron aquel bonsái y a los pocos días vi que colgaban de sus ramas unas manzanas coloradas del tamaño de moras. Las recolectaba y mi mujer hacía con ellas unos pastelillos de manzana deliciosos.
Me sorprendió ver un día a un hombrecillo recostado en el tronco del árbol, desnudo, solo y triste. Modelé una mujer para que estuviera acompañado y parecía que eran felices en el pequeño jardín delimitado por los bordes de la maceta. Solo les hice la advertencia de que no tocaran las manzanas del árbol: me había acostumbrado a mi ración de pastelillo de manzana.
Fue lo único que les pedí, ¿por qué no me hicieron caso? Cuando fui a recoger las manzanas vi que no habían dejado más que unas pocas, las que colgaban de las ramas más altas.

Supongo que nadie me reprochará que me enfadara con mis criaturitas y las tirara por el retrete.


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