Hola a todos. La noche de San Juan es un buen momento para comenzar a actuar de Sherezade y contar un cuento cada día. Aquí va el primero.
Edén
Me
regalaron aquel bonsái y a los pocos días vi que colgaban de sus ramas unas
manzanas coloradas del tamaño de moras. Las recolectaba y mi mujer hacía con
ellas unos pastelillos de manzana deliciosos.
Me
sorprendió ver un día a un hombrecillo recostado en el tronco del árbol,
desnudo, solo y triste. Modelé una mujer para que estuviera acompañado y
parecía que eran felices en el pequeño jardín delimitado por los bordes de la
maceta. Solo les hice la advertencia de que no tocaran las manzanas del árbol:
me había acostumbrado a mi ración de pastelillo de manzana.
Fue
lo único que les pedí, ¿por qué no me hicieron caso? Cuando fui a recoger las
manzanas vi que no habían dejado más que unas pocas, las que colgaban de las
ramas más altas.
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